jueves, 2 de diciembre de 2010

Siempre la misma historia.

La afición del Atlético de Madrid no se merece las decepciones que su equipo le acostumbra a dar en épocas de dudas. Bien es comprendido que en un día frió como hoy no ha relucido en las gradas del Vicente Calderón los colores rojiblancos, pero no es escusa para que el equipo colchonero haya tirado de la manera mas absurda un título que bien podía haberlo reconquistado con nuevas ganas de triunfo.
Y es que la cosa se ponía mal ya en los primeros lances del partido, con un error de la defensa que ya no nos tenia acostumbrado, pero muy bien solucionado con una remontada en pocos momentos que hacia soñar a la afición atlética con dar un paso definitivo para pasar a la siguiente ronda de la Europa League. Las oportunidades se fueron sucediendo hasta el final de la primera parte, pero al comienzo de la segunda volvió la misma historia de siempre. Un equipo confiado en que el resultado era suficiente, que los deberes estaban hechos y a pensar en que restaurante se cenaba esta noche. Totalmente vergonzoso. Hasta que un equipo que aun tenia ilusión y esperanzas por hacer algo grande se a armado de valor y a realizado una segunda parte memorable. Controlando a su rival en los momentos de juego mas adecuados, aprovechándose de errores garrafales de la defensa, hasta que al final....., lo de siempre. El Aris se a puesto por delante en el marcador y el Atlético a sido incapaz de hacer  nada, ni tan siquiera de dar miedo a su rival.
Ahora saldrán diciendo jugadores y entrenador que aun queda un partido y que habrá que luchar por la clasificación. ¿Pero porque mentís? Sabéis perfectamente que vuestro rival en la clasificación, el Aris, no va a perder en su campo contra un Rosenborg que ya no se juega nada, y que si con el juego que habéis ofrecido hoy en vuestro campo pensáis que superareis al Bayer Leverkusen muy equivocado es el discurso que dais. Todos pensábamos que lo ofrecido el año pasado podía ser algo que empezase a ser habitual, pero como siempre, estábamos equivocados.

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